Brasil se destaca en el camino a convertirse en el líder de la producción offshore de crudo en el mundo. Su actividad así lo demuestra.
En Suramérica, los costes operativos para producción de petróleo y gas en aguas profundas se han reducido significativamente desde el 2013, gracias al empuje de Brasil. De hecho, el promedio de gastos operativos (OPEX) por barril ha disminuido en más de 50%.
Un informe de Rystad Energy muestra que América del Sur ha dado un salto significativo en menos de una década, cuando era la región más costosa mundialmente en cuanto a producción offshore, y ahora los costes son altamente competitivos, pasando de US$ 26 en el año 2013 a US$ 12.7 en 2020.
El OPEX en aguas profundas de Suramérica es impulsado principalmente por Brasil, que entre 2013 y 2020 representó aproximadamente el 99% de los costes de nuevos desarrollos (brownfield) en el continente.
La compañía petrolera estatal de Brasil, Petrobras, representó casi el 88% de los costes operativos en aguas profundas de Sudamérica. Por lo tanto, tiene sentido enfocar las reducciones de costes en Brasil para lograr el mayor impacto.