Argentina y la empresa YPF mantienen paralizadas las operaciones de un buque regasificador de GNL por riesgo de explosiones y mientras tanto siguen intentando destrabar el conflicto que mantiene la nave.
El barco está en Escobar, después de que la terminal fuera clausurada en octubre del 2020, ya que en una pericia que tardó casi tres años, se detectaron serios riesgos para la población y el medio ambiente, señaló la prensa argentina.
El juez federal de Campana, Adrián González Charvay, ordenó la clausura de la terminal de Escobar tras analizar una extensa pericia encargada a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
El Gobierno necesita que la situación, que está en manos de la Cámara Federal de San Martín, se resuelva lo antes posible, ya que el buque es clave para la provisión de gas durante el invierno y para abastecer a las centrales de energía eléctrica.