Las autoridades y analistas han estado observando señales que indican una probable solución a la congestión que sufren los puertos de Los Ángeles y Long Beach (LA-LB), asentados en la bahía de San Pedro, en California (costa oeste de Estados Unidos).
Estas señales sobresalen a que, por ejemplo, la última semana eran 84 buques los que permanecían a la espera frente a estas instalaciones, cifra que no ha variado mucho en los meses recientes.
Durante ese misma semana se contabilizaron unos 65.000 contenedores vacíos en los muelles del puerto de Los Ángeles, un 18% más que hace un par de semanas, de acuerdo con información del director ejecutivo del puerto, Gene Seroka.
De hecho, han llegado buques exclusivamente destinados para transportar dichos equipos hasta las fábricas de Asia, lo que ha generado una reducción de casi el 30% de las unidades vacías desde el muelle más activo de la costa oeste de EE.UU.
Mientras que, el número de contenedores de importación en el puerto de Los Ángeles se redujo un 25%, hasta 71.000, desde el 24 de octubre. Además, los contenedores de importación que llevan nueve días o más han descendido un 35%, de 37.410 a 24.361, refirió Seroka.
También, los ferrocarriles y los camioneros han avanzado en el traslado de contenedores de importación fuera de los muelles de los puertos adyacentes de Los Ángeles y Long Beach, panorama que llevó finalmente a los ejecutivos de ambos puertos el 15 de noviembre a retrasar en una semana, hasta el 22 de noviembre, la imposición de un nuevo recargo a los contenedores con importaciones que sobrepasen el límite de estancia.