La salida al mar con la que cuenta Paraguay a través del río Paraná está en peligro del colapsar, por la bajante de su cauce a niveles históricos.
La semana pasada, su nivel fue establecido en 56 centímetros (22 pulgadas) por debajo de la referencia en Asunción, la capital, unos 2 centímetros por debajo del récord anterior del año pasado.
Es, al menos, la peor marca desde hace 117 años. De hecho, Oscar Hugo Rodríguez, gerente de observaciones hidrológicas de la Dirección de Meteorología e Hidrología, dijo que era el nivel más bajo registrado en la capital desde que comenzaron los registros en 1904.
De mantenerse la sequía, el colapso de la navegación podría producirse en tres semanas porque hay etapas muy críticas a lo largo del río, de acuerdo con Esteban Dos Santos, presidente de la asociación de empresas marítimas.
El Ministerio de Obras Públicas ordenó el dragado de puntos clave a lo largo del río para que puedan pasar los buques con un calado de 10 pies. Por los momentos, sólo los que tienen un calado de 7 pies pueden navegar por los pasos clave.
En 2020, la bajante causó pérdidas de unos US$300 millones puesto que muchas embarcaciones no pudieron navegar por el río con la carga completa, o en absoluto, según datos de Dos Santos.
