Las navieras han aumentado los pedidos de scrubbers ante el nuevo límite de azufre en el combustible, impuesto por la Organización Marítima Internacional, el cual entrará en vigor dentro de nueve meses. En concreto, el pedido de scrubbers ha subido hasta las 540 unidades, si bien la cifra ha crecido desde la última revisión efectuada por la consultora Alphaliner en noviembre del año pasado.
Por ejemplo, el operador MSC se ha destacado por ser una de las compañías que más se ha comprometido con la mejora del sector marítimo, ya que ha encargado un total de 180 scubbers, tanto para su flota propia como para la alquilada. Para ello, la naviera ha pedido un crédito de un total de 390 millones de euros para añadir sistemas de depuración de gases en su flota, aunque también prevé instalar bastantes en los buques fletado.
Mientras que, la naviera Evergreen ha hecho un encargo de más de 90 scrubbers, incluyendo los de nueva construcción, siendo los buques de gran tamaño los primeros en recibir dicha mejora, concretamente entre el mes de mayo y junio. Se trata de los gemelos Ever Glory y Ever Govern, con capacidad para 20.388 TEUs.
Por el momento, el operador ha equipado con este tipo de sistemas un total de diez buques de su clase B, con capacidad para 2.886 TEUs y se espera que la compañía someta al mismo proceso a más unidades de su flota.
Por su parte, la naviera surcoreana HMM ya cuenta con 41 portacontenedores bajo su control, que estarán equipados con scrubbers para mediados de 2021, lo que incluye un total de 20 buques de nueva construcción y otras 21 embarcaciones que ya operan en su flota.
A parte de adaptar su flota a las exigencias del mercado marítimo, Maersk ha ampliado su flota al encargar un total de diez portacontenedores de 2.200 TEUs. La compañía ha demostrado que es consciente de la evolución futura de la demanda, de modo que se ha centrado en contar con buques de diferentes tamaños, como posibles opciones para cubrir sus servicios con barcos apropiados a las necesidades del operador.
