La Dirección General de la Marina Mercante (DGMM) ha decidido mantener cerrado el tráfico de cruceros procedente de cualquier recinto portuario hasta que acabe la crisis sanitaria, una decisión que va en conformidad con los objetivos del Comité de Emergencia de la Organización Mundial de la Salud para evitar la propagación del virus.
En su opinión, la prohibición de entrada a los cruceros que realicen viajes internacionales y naveguen por aguas del mar territorial es “una medida proporcionada, objetiva y no discriminatoria”. Aún así, la DGMM tiene la posibilidad de retirar la prohibición, a solicitud de Puertos del Estado y de acuerdo con el Ministerio de Sanidad, para recibir buques concretos o incluso para que un buque pueda acceder a varios puertos como parte de un itinerario.
Por el momento, la medida continuará activa hasta que finalice la situación de crisis, de acuerdo con el Real Decreto-ley 21/2020, de 9 de junio, para la ‘nueva normalidad‘, que incluye medidas de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria.
Por su parte, el Gobierno ha advertido que se tendrán que mantener ciertas medidas de contención y prevención, así como aportar un itinerario seguro hacia la recuperación del sector. Para ello, el sistema portuario necesitará contar con procedimientos estrictos de control a bordo de los cruceros, que permitan el restablecimiento seguro de estos servicios de carácter eminentemente turístico.
En cuanto a la situación del tráfico aéreo, la Unión Europea (UE) está por firmar un acuerdo para abrir sus fronteras exteriores a una veintena de países, mediante vuelos autorizados. De América solo aparecen en la lista Canadá y Uruguay. Los Estados de la UE cancelaron las operaciones aéreas a mediados de marzo y se prevé que la reapertura sea este 1 de julio a los ciudadanos de algunos países dónde la situación sanitaria con respecto al coronavirus se considere segura.
