El grupo Unidos por el Canal (GUPC), que lidera la empresa Sacyr, y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) han logrado un acuerdo para resolver los problemas financieros de la ampliación del Canal y, así, terminar los trabajos.
El acuerdo establece que se mantendrá el coste de la obra (unos 2.400 millones de euros), aunque las empresas constructoras deben plantear las reclamaciones oportunas por los sobrecostes del proyecto, de 1.200 millones. Además, se fija que la ampliación del Canal de Panamá debe estar lista para diciembre de 2015, pese a que inicialmente se planteó agosto de 2014 como fecha límite.
El pacto se firmará los próximos días y supondrá el fin de las disputas que ambos entes mantienen desde el 1 de enero, cuando Unidos por el Canal amenazó con paralizar los trabajos si no se financiaban los gastos imprevistos surgidos en el proyecto.
La ACP aportará 100 millones de dólares para costear las obras, mientas que la aseguradora del proyecto, Zurich, autorizará a emplear el fondo de garantía de 400 millones de dólares (unos 290 millones de euros) “sólo para lograr financiación destinada a garantizar la conclusión de la obra”.
La ampliación del Canal de Panamá consiste en la construcción de un tercer juego de esclusas para duplicar la capacidad de tránsito de buques que presenta la actual vía interoceánica. Las obras comenzaron a mediados de 2009 y actualmente está completado en un 70%.
José Pacheco Tejeira, viceministro de Comercio Exterior de Panamá, y el embajador del país en España, Roberto Eduardo Arango, ya anunciaron a mediados de febrero su confianza en el principio de acuerdo entre el consorcio liderado por Sacyr y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
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