El Puerto de Rotterdam (Países Bajos) ha gestionado la operativa de bunkering de Gas Natural Licuado (GNL) más grande de su historia. Se trata del buque grúa semisumergible Sleipnir, perteneciente a la naviera Heerema, que es la de mayor potencia de su clase en el mundo, el cual ha decidido repostar en la instalaciones neerlandesas.
En concreto, el operador Titan LNG ha sido el encargado de gestionar el proyecto, a través del metanero Coral Fraseri, el cual corresponde a la flota de Anthony Veder. La embarcación se destaca por ser ahorrativa, cuenta con iluminación LED, con un sistema de recuperación de la energía y es capaz de navegar a base de gas, lo cual se traduce a una reducción de emisiones.
El buque atracó en las instalaciones neerlandesas el pasado 22 de marzo para obtener una carga de casi 3.300 toneladas de GNL, en una operación que finalizó en menos de 24 horas. Esta es precisamente una de las operativas habituales que tienen lugar en Rotterdam, donde también se ha procedido al bunkering de GNL en la barcaza FlexFueler 001, con el combustible cargado en el metanero.,
Gracias a estas operaciones, la Autoridad Portuaria está sentando las bases para convertirse en un importante hub de GNL a nivel europeo, persiguiendo así su objetivo de ser el puerto más sostenible del mundo. Para poder estar entre los puertos y las compañías logísticas de más nivel, resulta imprescindible contar con una buena cartera de servicios.
En este sentido, el operador Maersk quiere convertirse en un integrador logístico a toda costa, incluso en los peores momentos de la economía, al establecer un nuevo servicio ferroviario de transporte hacia Asia. Se trata de una modalidad que combina las fortalezas de distintos medios de transporte para optimizar las rutas de larga distancia.
