El confinamiento ha cambiado por completo las tendencias de consumo, estableciendo nuevos hábitos, como las compras por Internet, el pago con ‘contactless’ y la digitalización de procesos. A su vez, las compañías logísticas han tenido que invertir en sus instalaciones y almacenes para cubrir la demanda y contar con el suficiente espacio para albergar el gran volumen de productos.
En esta situación, los sistemas de escaneo han llegado para quedarse, ya que facilitan el que cualquier empleado ofrezca un servicio rápido, simple y económico. Tan sólo un smartphone se puede convertir en un escáner de códigos de barras, textos e imágenes, llegando a reducir un 40% el tiempo de recuento y la administración de inventarios.
Es más, la variedad de opciones se pueden ampliar hasta validar un reparto, hacer un seguimiento de entregas y gestionar grandes cantidades de datos sin tener que mantener contacto físico durante las operaciones.
Entre los sistemas más utilizados, se destaca el enfoque ‘Bring Your Own Device‘, el cual permite utilizar el teléfono personal en el ámbito laboral, con un ahorro considerable de costes para la compañía. Asimismo, la modalidad ‘Corporate Owned, Personally Enabled‘ está teniendo gran aceptación entre las empresas, las cuales aportan el dispositivo y lo conservan en su propiedad. Este último sistema aporta un mayor control sobre la movilidad del usuario.
En cualquier caso, el uso de un dispositivo móvil permite a los distribuidores mejorar sus operaciones, realizando un cierre efectivo de transacciones con la distancia de seguridad adecuada. No cabe duda de que, la pandemia de Covid-19 ha cambiado por completo los hábitos de compra de los consumidores españoles, hasta el punto de que los ingresos de este sector han aumentado un 67% entre abril y junio, según indica un estudio realizado por Salesforce Shopping Index.