El Consejo de Administración del puerto de Barcelona (España) ha dado el visto bueno al nuevo pliego de prescripciones particulares del servicio portuario de practicaje, el cual fija las condiciones de este servicio dentro del enclave catalán. La nueva licencia para operar tiene una duración máxima de diez años.
La Autoridad Portuaria también ha decidido incrementar la cifra de prácticos en comparación con los criterios que marcaba el antiguo contrato, estableciendo una cifra mínima de horas diarias de prestación del servicio. Asimismo, se han acordado una serie de niveles de rendimiento e indicadores de calidad, como un tiempo de respuesta menor de 30 minutos.
Otra característica muy importante es la flexibilidad, ya que se ha trazado una metodología de cálculo que, partiendo de las operaciones realizadas el año pasado y las posibles condiciones de excepcionalidad, determina mucho mejor la oferta de servicio a la demanda. Las condiciones se revisarán por temporada, diferenciando entre temporada alta y baja.
Es más, el pliego recoge las obligaciones y penalizaciones del practicaje, como las de protección ambiental, que fijan el límite de las emisiones aplicables a esta actividad y la necesidad de contar con las certificaciones ISO 14001 o EMAS.
Otro objetivo que persigue el enclave catalán está relacionado con la digitalización. En concreto, la Autoridad Portuaria de Barcelona ha creado una nueva Aula Virtual para las compañías de importación y exportación, la cual forma parte del departamento de Desarrollo de Negocio del enclave. A través de esta iniciativa se aportarán cursos y conferencias online a las firmas dedicadas exclusivamente a las actividades import-export.