Debido al poco crecimiento de la demanda en las rutas marítimas entre Asia y el norte de Europa, las navieras están buscando nuevas conexiones para usar sus buques más grandes. La situación actual se ve claramente en las importaciones de contenedores procedentes de Asia hacia Europa, ya que las actividades logísticas sólo se han desarrollado un 1,5% en 2018.
A pesar de que la ruta ha superado los 10 millones de TEUs el año pasado, los escasos retornos de las navieras durante la última década han causado una considerable ralentización del mercado. De hecho, la tasa de crecimiento anual entre Asia y el norte de Europa ha aumentado un 1,3%, lo cual parece escaso al tener en cuenta las inversiones que se han llevado a cabo para la incorporación de contenedores Ultra Large Container Vessels de 18.000 TEUs o más.
Asimismo, el mercado marítimo se ha visto obstaculizado por la bajada de la demanda de productos asiáticos en Reino Unido, el mayor importador. En concreto, los volúmenes han disminuido un 5%, mientras que la demanda de Alemania ha bajado un 1% el año pasado, un dato importante, al tener en cuenta que se trata del segundo país que más productos importa de Asia.
Con el fin de disminuir el impacto que podría causar la escasa demanda en las tasas, los operadores se están concienciando de que no todos los grandes buques deben utilizarse en las conexiones entre Asia y el norte de Europa. Por primera vez, los operadores marítimos plantean utilizarlos entre Asia y Oriente Medio e incluso entre Asia y el Mediterráneo. Se trata de una medida que disminuirá, tanto la presión en las líneas con el norte de Europa como la navegación lenta.
Por otro lado, el sector marítimo continúa utilizando los buques megamax olvidando los problemas de sobrecapacidad que éstos causan. Tanto es así que, los operadores de portacontenedores buscan nuevas formas de introducir en sus rutas esta clase de embarcación.
