Un puñado de compañías petroleras evalúa la factibilidad técnica-económica de la construcción de un terminal de licuefacción de gas natural licuado en puertos chilenos, para exportar el hidrocarburo a gran escala desde Vaca Muerta, en Argentina.
Se trataría de un proyecto ambicioso y complejo desde lo tecnológico, pero más que nada desde lo político.
La primera en informar públicamente sus intenciones fue la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), cuyo plan es instalar la planta en Bahía Blanca.
También se sumaron Pan American Energy (PAE) y Pluspetrol, pero con el objetivo de concretar la exportación del gas de Vaca Muerta desde puertos en las regiones de Biobío y de Valparaíso.
De cualquier manera, la construcción de terminales de licuefacción para despachar, como mínimo, 20 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) de gas a mediados de la década próxima está en proyecto.
Algunas de las compañías interesadas habrían iniciado gestiones para indagar la posibilidad de revertir las terminales chilenas de regasificación, en especial la emplazada en Quintero, cerca de Santiago de Chile, para transformarlas en plantas de licuefacción.
