El Puerto de Barcelona (España) ha acogido el primer crucero del mundo propulsado por Gas Natural Licuado (GNL). Se trata del navío AIDAnova, el cual cuenta con 337 metros de eslora e incorpora medidas para disminuir su impacto medioambiental, como es su Sistema Avanzado de Calidad del Aire. La Autoridad portuaria ha sido elegida como base por sus infraestructuras, así como por los servicios que ofrece para los combustibles limpios.
Gracias al recibimiento del crucero AIDAnova, el enclave catalán ha tenido un punto de inflexión en su estrategia medioambiental, la cual materializa su apuesta por la sostenibilidad y el uso de los combustibles limpios. Entre las razones por las que el Puerto de Barcelona ha decidido apostar por el GNL, se encuentra la reducción del 85% en las emisiones de NOx, así como la eliminación de las partículas en suspensión y las emisiones de SOx.
En este sentido, el enclave ya está preparado para recibir cualquier embarcación propulsada por GNL, ya que dispone de todas las infraestructuras y equipamientos necesarios para suministrar gas a los buques y ha podido ocuparse del bunkering al AIDAnova desde una gabarra durante su estancia.
En general, la industria marítima ya tiene previsto construir un total de 13 cruceros propulsados y operados exclusivamente por GNL. De hecho, la naviera Costa Group, a la que pertenece AIDA Cruises y que forma parte de Carnival Corporation, atracará en la ciudad condal con el buque a gas Costa Esmeralda, actualmente en construcción, el próximo mes de octubre.
Por otro lado, el Puerto de Barcelona ha vuelto a intentar licitar los trabajos de su plan estratégico, tras descubrirse una infracción no subsanable de las normas de preparación del contrato correspondiente al IV Plan Estratégico para el período comprendido entre 2021 y 2025, así como su visión para el 2040.
