Los buques de carga han formado un tercio de los accidentes marítimos por todo el mundo durante el año pasado, sumando un total de 15 embarcaciones siniestradas durante los doce meses. Sin embargo, los grandes accidentes han disminuido un 50% en términos interanuales, ya que el sector marítimo registró un total de 46 siniestros por todo el mundo el año pasado, en comparación con los 98 accidentes del 2017.
El descenso de accidentes viene encadenado de la bajada de las actividades en la principal área mundial de siniestros, es decir, el sudeste asiático, además de por la reducción a la mitad de los hundimientos por causas meteorológicas.
Cabe destacar que, la cifra total de incidentes marítimos comunicados sólo ha bajado un 1% anual, colocándose en un total de 2.698 en 2018, siendo los daños en las embarcaciones el principal motivo de los problemas a bordo. En concreto, los buques de carga suelen padecer por los naufragios, los cuales han sido 30 el año pasado. De hecho, el sector marítimo ha sufrido un total de 551 naufragios en los últimos diez años.
Se espera que la tendencia continúe durante este año, ya que se han producido varios incidentes recientes en buques portacontenedores y tres importantes incidentes en buques que transportaban coches.
A parte de los accidentes, el sector marítimo está reconsiderando el efecto del tamaño de los portacontenedores en las rutas marítimas. De hecho, las navieras vienen debatiendo sobre el exceso de la capacidad de flota del transporte marítimo existente. Mientras que por una parte, los operadores consideran sobreabundante la presencia de buques, para otros hay fuertes necesidades que justifican la existencia de barcos cada vez más grandes para el movimiento intercontinental de contenedores.
