El dragado que se ejecuta en el puerto de Guayaquil, Ecuador, ha creado expectativas en la comunidad marítima del país, pues en ocho meses, cuando culminen los trabajos, los muelles tendrán 12,5 metros, lo que permite recaladas de los más grandes buques.
La prensa local recordó que buena parte de la carga que se exporta desde el puerto de Guayaquil zarpa en buques “feeder” a los terminales de Buenaventura (Colombia) y de Callao (Perú). Son naves son pequeñas frente a los megabuques que arriban a esos puertos y sirven de trasbordo, para luego transferir los bienes a buques postpanamax y newpanamax.
Esto se debe a que el calado es de 9,75, o lo será hasta dentro de unos meses, cuando el dragado culmine.
El presidente de la Cámara Marítima del Ecuador y gerente de CMA CGM, Javier Moreira, señaló que con esa obra Guayaquil recuperará parte de la competitividad que había perdido al tener un limitante con el calado, que impedía a grandes naves recalar aprovechando su capacidad.
Como lo tenía programado, la firma Jan De Nul comenzó el 17 de enero los trabajos para darle mayor profundidad a los canales de acceso al puerto de Guayaquil.
