28 - 03 - 2024

    Las carretillas eléctricas aumentarán su presencia un 5,4% en 2024

    fuente: handling-storage.com

    Dentro del mercado de las carretillas contrapesadas, las carretillas eléctricas siguen ganando mercado a las térmicas. Así lo asegura un estudio promovido por Market Study Report que avanza que esta tendencia seguirá incrementando durante los próximos años. Si la predicción se confirma, para 2024 las carretillas eléctricas moverán una cifra de mercado de 19.600 millones de dólares, algo que supondrá un crecimiento de un 5,4% respecto a los datos de 2019 (14.300 millones de dólares).

    La sostenibilidad medioambiental se ha convertido en uno de los temas prioritarios en el ámbito de la logística dentro del mercado global. Hoy, cada vez más compañías deciden reemplazar las carretillas elevadoras térmicas por las eléctricas debido a sus numerosas ventajas: ayudan a reducir los costes operativos, no producen emisiones, ofrecen una conducción más cómoda ya que reducen el ruido y las vibraciones, garantizando una mejora en la seguridad y en el bienestar del operario.

    Cinco años atrás, las ventas de las carretillas eléctricas en Europa suponían el 49% dentro del mercado de las contrapesadas, mientras que a finales del año pasado la cifra incrementó hasta situarse en un 55,2%. En la actualidad, las carretillas eléctricas ya tienen un espacio prioritario en la zona EMEA (Europa, Oriente Medio y África) —que históricamente ha mostrado predilección por las carretillas elevadoras térmicas—, donde ha pasado de registrar una cuota de mercado de un 49,2% a un 51% en los últimos tres años.

    Los puntos distintivos de las carretillas elevadoras térmicas son conocidos: se adaptan a cualquier condición climática, tienen una estructura robusta, son adecuadas para trabajar incluso en las superficies irregulares y permiten un repostaje espaciado, durante turnos de trabajo continuos. Sin embargo, aunque estos factores han hecho que tradicionalmente se vendan con mayor facilidad, los riesgos de polución atmosférica, unido a unos notorios costes operativos, llevan a cada vez más compañías a optar por las carretillas elevadoras eléctricas. A esto se debe añadir que la nueva legislación europea que busca limitar las emisiones nocivas provocará un incremento general de los costes de adquisición de las carretillas térmicas entre un 15% a un 20%. Hecho que hará que, en algunos casos, los costes se acerquen, o en algunos casos excedan, a los de una carretilla eléctrica de igual capacidad.

    Según explica Francesco Pampuri, EMEA Marketing Manager de Baoli, “el foco se ha trasladado hacia cuestiones medioambientales, lo que lleva a un uso masivo de las carretillas elevadoras eléctricas que, en las versiones que incluyen batería de litio, hacen posible trabajar varios turnos sin necesidad de cambiarla. Además, las carretillas eléctricas pueden recargarse en cualquier lugar, incluso dentro de la superficie de venta. Todas estas ventajas son destacables en las transpaletas eléctricas de Baoli EP 12WS y EP 15WS. Estos vehículos eléctricos de interior son nuestra respuesta a las necesidades de un manejo ligero de los pequeños y medianos negocios”.

    El uso de tecnología de corriente alterna, unido a un alto nivel de fiabilidad, ha provocado que las carretillas eléctricas no tengan ningún tipo de limitación y que la maquinaria sea adecuada tanto para el interior de los almacenes como para el exterior. Para Pampuri, la tecnología está siendo clave en este cambio de tendencia: “Durante los diez últimos años hemos presenciado una evolución real en la funcionalidad de las carretillas elevadoras eléctricas. Antes eran máquinas diseñadas especialmente para un uso en interior, con motores de corriente continua, poco adecuadas para los terrenos más irregulares, que no permitían el uso en el exterior si la climatología era adversa y que resultaban incompatibles con los sistemas avanzados de carga de batería. Ahora, sin embargo, el escenario ha cambiado radicalmente gracias al uso de tecnología de corriente alterna junto a los más eficientes sistemas de carga. Con la tecnología de baterías de litio, ampliamente utilizada y en continuo desarrollo por la industria de la automoción, el tipo de uso de una carretilla eléctrica se está acercando cada vez más a las térmicas. Pero, sobre todo, existen considerables diferencias en costes: comparando dos carretillas con una capacidad de carga de 2 toneladas, y operativa durante 10 años en intensos ciclos de trabajo, es fácil que la carretilla eléctrica permita ahorrar entre 1.100 € a 1.400 € anuales”.

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