Las navieras deben agilizar el desguace de buques ante el nuevo límite de azufre establecido por la Organización Marítima Internacional (OMI), ya que la cifra de embarcaciones que se envíen al desguace aumentará con el paso del tiempo, aunque la evolución del sector está siendo lenta por el momento, según afirma la consultora Drewry.
Uno de los aspectos que genera mayores dudas a la hora de implementar la nueva regulación impuesta por la OMI es la demolición de embarcaciones. De hecho, la consultora esperaba que la entrada en vigor de los nuevos límites generara una mayor actividad en el caso de los buques más antiguos y menos eficientes.
En realidad, el aumento de las adaptaciones de buques mediante scrubbers podría empujar a la baja los precios de flete de los que no están equipados con estos sistemas, aumentando el número de embarcaciones candidatas para el desguace.
Por su parte, los propietarios de buques no quieren sacrificar parte de su flota para aliviar la sobrecapacidad existente en el mercado de contenedores. Como ejemplo, se destaca el ejercicio registrado en 2018, el cual ha sido el año en que menos demoliciones se han producido de los últimos ocho años en el sector marítimo, ya que solamente se vendieron para chatarra buques con una capacidad de 120.000 TEUs.
La cifra habría sido más pequeña aún de no ser por el aumento del último trimestre del año. La buena noticia, desde la perspectiva del equilibrio en el mercado, es que este último aumento se ha extendido hasta 2019. Es más, las demoliciones confirmadas se acercaban ya a los 90.000 TEUs de capacidad el día 26 de abril.
La consultora Drewry estima que se alcanzarán los 300.000 TEUs a lo largo del año, una cifra elevada, no obstante por debajo de los 450.000 TEUs pronosticados inicialmente. En concreto, se prevé una escalada a medida que se acerque la fecha para la entrada en vigor de los nuevos límites.
Las navieras se preocupan por el impacto medioambiental, por ejemplo el operador marítimo Baleària ha disminuido las emisiones contaminantes con su primer motor auxiliar a Gas Natural Licuado, el cual ha instalado en su ferry Abel Matutes.