El Gobierno de los Estados Unidos ha iniciado una investigación formal contra las compañías aéreas al sospechar que intercambiaron información entre ellas para mantener los precios de los billetes altos.
El funcionamiento de esta supuesta trama de trafico de datos se basa en la sospecha de algunas compañías aéreas se avisan entre sí de manera ilegal. La información comprende la frecuencia de vuelos, rutas y asientos disponibles por avión. Con este método se establecían los precios de los billetes para mantenerlos a precios elevados.
El Departamento de Justicia estadounidense envió una carta a varias compañías aéreas para exigirles que proporcionaran copias de todas las comunicaciones mantenidas. American Airlines, Delta Air Lines, Southwest Airlines y United Airlines han confirmado haber recibido esta notificación.
Las sospechas del Gobierno han provocado que las acciones de las principales aerolíneas hayan caído en Bolsa entre un 1% y un 3%.
Más allá de esta investigación, las compañías aéreas continúan con su normal funcionamiento. De hecho, Delta Air Lines y Grupo Aeroméxico presentaron a comienzos de abril una solicitud para un nuevo acuerdo de colaboración conjunta en vuelos entre México y los Estados Unidos.
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