Mazda ha creado un nuevo bioplástico hecho a base de plantas para la fabricación de piezas exteriores de automóviles. El bioplástico es altamente resistente al calor y se puede teñir sin necesidad de pintura, por lo que disminuyen las emisiones de compuestos orgánicos volátiles.
Según comunica la marca de coches japonesa, este material también reducirá la utilización de petróleo en la elaboración, así como las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y, por lo tanto, el impacto sobre el medio ambiente.
El proceso para teñir el bioplástico aporta un tono suave y profundo a los paneles, además de un efecto espejo de mayor calidad que el que se obtiene con otros plásticos pintados.
Mazda lleva desarrollando tecnologías de biomasa desde hace años. Por ejemplo, la empresa también ha creado un biotejido para la tapicería de los asientos, elaborado con fibra de origen vegetal.
La reducción del impacto medioambiental es una preocupación creciente para las empresas que fabrican y distribuyen vehículos. Por ejemplo, Opel ha logrado reducir las emisiones CO2 de toda su flota gracias a un sistema de deflectores activos que también mejora la eficiencia de sus vehículos de propulsión convencional.
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