El Puerto de Avilés (España) ha recibido el visto bueno por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para el acondicionamiento del muelle Raíces, con el fin de acoger nuevos tráficos. En realidad, el plan de adecuación del recinto portuario asturiano consta de tres partes.
En primer lugar, se incrementará el calado a pie de muelle hasta los 14 metros de profundidad en toda su longitud de 821 metros, en segundo lugar se acondicionará la explanada trasera para soportar sobrecargas de uso de 10 t/m², y en tercer lugar se añadirán nuevas instalaciones de suministro, drenaje y electricidad.
Asimismo, el enclave avilés disponía de cuatro opciones a ejecutar, de entre las que se ha escogido una solución de tablestacas con losa de descarga, la cual se instalará en la longitud total del muelle, debido a su mejor adecuación a los futuros tráficos, su impacto en el entorno y su presupuesto.
El informe del impacto ambiental de la iniciativa sobre el puerto asturiano incluye algunos requisitos que se tendrán que cumplir durante la ejecución de las obras, así como a la hora de ejecutar el dragado para minimizar los efectos de los trabajos sobre el entorno natural de la ría de Avilés.
A pesar de que la crisis sanitaria está complicando el natural proceso de crecimiento de los puertos españoles, aún son muchos los enclaves que finalizan proyectos para mejorar sus instalaciones. Por ejemplo, el Puerto de Huelva ya cuenta con una nueva infraestructura en el muelle sur para el tráfico de carga rodada. Se trata de una iniciativa que ha durado un total de ocho meses de trabajo, y que ha implicado una inversión de 2,76 millones de euros.
