La Confederación Nacional de la Industria (CNI) ha hecho públicos los resultados de su última edición de la Encuesta Especial de Empleo en la Industria. Los datos obtenidos demuestran que las empresas brasileñas está reduciendo drásticamente el volumen de sus plantillas debido a la mala situación económica de Brasil.
Las dificultades financieras de Brasil durante el primer semestre del año han dado lugar a una bajada de la demanda que ha tenido como consecuencia un descenso en la producción. Para hacer frente a esta situación, el informe de la CNI destaca que las empresas han adoptado medidas como las vacaciones colectivas, los despidos y la reducción de turnos de trabajo.
La destrucción de empleo en Brasil ronda el 60% en el sector industrial en los primeros seis meses del año. Las pymes han sido las más afectadas por la situación económica, habiendo despedido hasta un 54% de sus empleados. El volumen de despidos ha alcanzado el 49% en las empresas pequeñas, mientras que la tasa ha sido del 48% en las grandes compañías.
La situación no mejora y las empresas han manifestado que tienen previsto realizar nuevos despidos en los próximos meses y que si no lo han hecho hasta ahora es por el alto coste de despedir trabajadores y por la necesidad que tienen de retener talento para poder seguir siendo productivos.
Entre los sectores más afectados están el sector automotriz y el de la construcción naval. La Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles ha declarado recientemente que en el último año se han perdido más de 120.000 empleos en el sector por la caída de la producción. En los astilleros del país la situación no es mejor y empresas como Atlântico Sul han despedido a más de 2.000 trabajadores entre enero y junio.
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