Mejores condiciones de seguridad es lo que ofrece el puerto de Manta para competir con los recintos de Guayaquil y Porsoja, y atraer navieras a sus muelles.
Agunsa mantiene la concesión desde diciembre de 2016, desde que ya ha invertido US$45 millones en el desarrollo del puerto.
El presidente de la Terminal Portuaria de Manta (TPM), Roberto Salazar, recordó los avances que han tenido desde entonces.
El terremoto de abril del 16 de abril de 2016 destruyó la terminal, por lo que hubo que hacer una reconstrucción, a la se le aplicó una ampliación.
Ahora, TPM ofrece un canal dragado de acceso de 13 metros de profundidad con marea baja y una terminal multipropósito, que permite la carga y la descarga simultánea de buques, y adicionalmente tiene una terminal exclusiva para cruceros.
Pero su carta de presentación es la seguridad, destaca Salazar. “Manta no registra ningún caso de contaminación (de droga en la carga) en dos años. Hoy día, aquellos que, cuyas líneas navieras no recalan en Manta sino que tienen que trasladarse a Guayaquil y Posorja, están considerando hacerlo en Manta gracias a la seguridad que tenemos”, agrega Salazar.
Los exportadores bananeros de Ecuador han dicho que gastan US$200 por contenedor solo en controles antinarcóticos, y pasar por el puerto de Guayaquil que, según una unidad del Departamento de Estado, es usado para mover el 70% de la droga que sale del país hacia Estados Unidos.
“Hemos hecho inversiones en seguridad física y en seguridad electrónica, tenemos cercos virtuales, nuestro software está conectado con el de la policía antinarcóticos. Tenemos muchos controles, es casi imposible ingresar al puerto de Manta”, detalla Salazar.