La juez federal Katherine B. Forrest ha desestimado las demandas antimonopolio interpuestas por los compradores de aluminio y sus derivados contra Goldman Sachs Group (GS), JPMorgan Chase & Co (JPM) y Glencore Plc (GLEN).
Representantes de la industria del aluminio y sus derivados presentaron demandas contra GS, JPM y GLEN acusando a estas tres compañías de conspiración para subir los precios del aluminio. Pero la juez Forrest considera que las pruebas aportadas no son suficientes para decretar que los acusados actuaron conjuntamente para aumentar los precios.
Tras desestimar la demanda, la juez ha dado a los demandantes que pertenecían al sector de la compra del metal un plazo de 21 días para presentar nuevas reclamaciones con nuevas pruebas, pero ha decretado que las asociaciones de consumidores carecen de legitimación para presentar demandas antimonopolio, rechazando de plano las demandas interpuestas por las mismas.
Son ya decenas de compradores de aluminio, entre ellos empresas fabricantes de barcos y de viviendas prefabricadas, los que han acusado a GS, JPM y GLEN de promover desde agosto de 2013 la retención del metal en los almacenes situados en el área de Detroit, a fin de elevar artificialmente los precios.
La desestimación de esta demanda no afecta al resto de demandas también interpuestas por la fijación de precios en los mercados del oro y la plata. En este caso los demandantes acusan a los bancos de haber fijado los precios de ambos metales partiendo de un punto de referencia previamente manipulado. Sobre esta cuestión todavía no se han pronunciado los tribunales estadounidenses.
La vulneración de normas antimonopolio se produce en muchos sectores. A principios de año, Japón interpuso sanciones a varios cargadores por fijar precios en el sector del transporte marítimo.
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