El Puerto de Barcelona (España) ha manipulado un total de 67,7 millones de toneladas en 2018, lo que supone un crecimiento del 10%, en comparación con los resultados de 2017. Se trata de la cifra más alta en la historia del enclave. En realidad, los datos positivos se deben al buen desarrollo del movimiento de contenedores, el cual ha superado los 3,4 millones de TEUs, es decir, un aumento del 15%, respecto al ejercicio anterior.
Asimismo, los contenedores de transbordo han aumentado su actividad un 35% el año pasado, mientras que los contenedores de exportación se han situado en los 752.915 TEUs, lo cual supone un incremento del 6,6%. A su vez, el tráfico de importación ha alcanzado los 580.892 TEUs, lo que indica un repunte del 3,5%, respecto a 2018.
Cabe destacar que, el 25% de los contenedores que circulan por la instalación portuaria se enfocan en el mercado chino, quien se mantiene como uno de los principales socios comerciales de la Autoridad Portuaria. Por su parte, el tráfico de graneles líquidos no se queda atrás, sino que ha batido el récord de transportar 15,2 millones de toneladas en 2018, principalmente de hidrocarburos, que implican un ascenso del 5,2%.
El tren también ha ganado importancia como medio de transporte para la salida o llegada de vehículos a las terminales, gestionando un tráfico que ha superado las 263.900 unidades el año pasado, lo cual implica un crecimiento del 11%. De esta forma, la Autoridad Portuaria ha ahorrado un total de 55.200 toneladas de CO2.
El enclave catalán quiere ofrecer mejores servicios, por eso los Puertos de Barcelona y Tarragona están negociando su entrada en la entidad que administra la Terminal Intermodal de Monzón (TIM), con el objetivo de aumentar sus tráficos con esta plataforma.