El Puerto de Barcelona (España) gestiona un 42% de sus importaciones con procedencia china, según ha indicado la Autoridad Portuaria en el evento Sino-International Freight Forwarders Conference 2019, la cual se está llevando a cabo en Hong Kong (China).
De hecho, el 23% de los contenedores que manipula el recinto portuario catalán tiene como origen o destino los puertos chinos. Es más, el 10% de sus exportaciones se dirigen hacia China. De esta forma, el embarcadero barcelonés abre la puerta hacia un mercado de más de 400 millones de consumidores.
Entre las ventajas que ofrecen las conexiones con el continente asiático, se destaca el hecho de que los clientes disponen de tiempos de tránsito más reducidos, en comparación con otros puertos del norte de Europa que cubren rutas con China, ya que no supera los 24 días.
Asimismo, las rutas aportan un ahorro de hasta el 15% en los costes de distribución y disminuyen un 20% la huella de carbono de las cadenas logísticas, creando una conectividad fiable, eficiente y competitiva con los países del norte y sur del Mediterráneo. El enclave barcelonés aporta una serie de corredores ferroviarios consolidados y una potente oferta de transporte por carretera que conecta el puerto con los diferentes mercados europeos.
A parte de fortalecer su relación con el continente asiático, el Puerto de Barcelona ha restablecido su certificación ambiental PERS, la cual evalúa su sistema de gestión ambiental, el certificado ISO 14001, así como la inscripción al registro EMAS, los cuales el enclave barcelonés ha renovado en los meses anteriores. La certificación PERS consta en un reconocimiento a su política medioambiental, cuyo fin es fomentar todos los proyectos que luchan contra el cambio climático.
