A pesar de que el trazado del corredor bioceánico que proyectan los gobiernos de Brasil, Paraguay, Argentina y Chile no pasa geográficamente por la provincia de Tucumán sí es posible agregar valor y proporcionar servicios logísticos a las cargas en tránsito.
Pues resulta que la provincia de Tucumán, en Argentina, puede acceder a los puertos por el actual ferrocarril que va de Güemes y Salta a los terminales de Antofagasta y Mejillones, así como por las rutas internacionales de Sico, en Salta; y de Jama, en Jujuy. Pero también puede usar el paso de San Francisco, hacia los puertos de la región chilena de Atacama.
De acuerdo con el exsecretario Pro Tempore de la Zona de Integración del Centro Oeste Suramericano (Zicorur) por Antofagasta, Herman Cortés, en Tucumán podrán ofrecerse servicios a las cargas provenientes o con destino al centro de Argentina (Córdoba, Santa Fe) que pudieran utilizar el corredor para sus intercambios con los mercados del Asia Pacífico.
El corredor bioceánico permite exportar e importar más directamente desde los mercados asiáticos y otros de la cuenca del Pacífico. Para China, por ejemplo, es ventajoso que sus exportaciones al área mediterránea del centro oeste de Suramérica puedan hacerse también directamente desde el Pacífico, a través de los puertos chilenos, para no seguir dependiendo sólo de los del Atlántico y del Canal de Panamá, explicó Cortés.
El Corredor Ferroviario Bioceánico, que unirá varios países de Suramérica, tardará unos siete años en ejecutarse, pero mientras, las autoridades buscan construir un tramo de 450 kilómetros que, desde Bulo Bulo a Cochabamba, unirá a Brasil con Perú a través de Bolivia.
