El Puerto de Barcelona (España) ha establecido las medidas necesarias para garantizar que la supervisión de las operaciones ferroviarias se llevan a cabo de forma segura, así como que se han mejorado todos los procesos relacionados con la seguridad y la operativa portuaria. Todos estos detalles forman parte de la auditoría de su Sistema de Gestión de Seguridad y Operativa Ferroviaria.
Partiendo de la Ley del Sector Ferroviario, la obligación de mantener la seguridad en la circulación ferroviaria en las instalaciones portuarias recae en las Autoridades Portuarias que las gestionan y en las entidades que prestan tales servicios. En este punto, la auditoría es esencial a la hora de establecer el modelo que más se ciñe a las necesidades del puerto, manteniéndose ahora a la espera de que la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria y Puertos del Estado inspeccionen el sistema de gestión empleado.
La auditoría ha constado en el análisis de la operativa y la normativa de circulación ferroviaria, la gestión y el mantenimiento de las infraestructuras, además del plan de contingencias y los diferentes procesos de control y de comunicación. Entre las deducciones a las que se han llegado, se destaca el hecho de que el modelo implantado es suficientemente robusto y el más adecuado para asegurar la seguridad en la circulación ferroviaria, con funciones y responsabilidades muy definidas dentro de la organización.
Por otro lado, el Puerto de Barcelona ha aportado dos nuevos espacios de almacenamiento de contenedores a los operadores portuarios, concretamente para aquellos contenedores llenos de importación que se utilicen para largas distancias. En concreto, el enclave barcelonés ha hecho disponible una zona de dos hectáreas y otra de tres, las cuales se ubican en el Tramo VI de la Ronda del Puerto y el Muelle Príncipe de España, es decir, dentro del propio recinto portuario.