Los puertos españoles se han tomado en serio las medidas medioambientales impuestas por la Organización Marítima Internacional, ya que han impedido la entrada a sus aguas del buque Morocco Sun, perteneciente a la naviera AML, por las emisiones contaminantes que produce.
En concreto, el buque no podrá atravesar el Estrecho de Gibraltar ni atracar en los recintos portuarios españoles por sus gases tóxicos. En realidad, la firme posición por parte de las Autoridades Portuarias se adoptó durante el pasado mes de octubre, al considerar que dicho ferry es un peligro para el medioambiente, y por consiguiente tiene prohibida su entrada al Puerto de Algeciras (España).
Aún así, el buque ha conseguido una solución, es decir, se ha tenido que dirigir hacia el Puerto de Perama (Grecia), donde se cambiarán sus motores antiguos por otros nuevos. No cabe duda de que el incidente le costará pérdidas operativas importantes, sobre todo porque el buque no podrá operar hasta febrero de 2020, fecha en la que se completará el cambio de motor.
En realidad, el ferry se añadió a la línea entre Tánger Med y Algeciras como refuerzo para la Operación Paso del Estrecho de este verano, pero también se tuvo que detener durante 24 horas opr haber producido episodios contaminantes en el enclave algecireño a principios del mes de agosto.
A la vista de los incidentes que se producen en la mar, el sector marítimo sigue buscando nuevas formas de adaptarse para ofrecer servicios más respetuosos con el medioambiente. Por ejemplo, el operador marítimo Maersk testará un nuevo sistema de baterías contenerizado en el buque Cape Town el próximo mes de diciembre, el cual está dotado con una potencia de 600 kWh.
