El Departamento de Transporte de los Estados Unidos ha anunciado que a partir de ahora aceptará solicitudes de transportistas mexicanos que quieran proporcionar servicio de carga de larga distancia a través de la frontera entre México y Estados Unidos. Esta decisión supone la aplicación efectiva de lo dispuesto en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA).
En los últimos tiempos se ha venido desarrollando un programa piloto de tres años para probar el régimen de seguridad transfronteriza. Acreditada la misma según un informe de la Administración Federal de Seguridad (FMCSA), se ha decidido conceder autorización para operar a los 13 transportistas mexicanos que participaron en el programa.
De ahora en adelante, aquellos transportistas mexicanos que soliciten la autorización de larga distancia tendrán que pasar una auditoría para comprobar sus sistemas de gestión de seguridad. Los conductores deben contar con una licencia comercial en Estados Unidos o el equivalente mexicano y hablar inglés. Una vez que el vehículo ha sido habilitado para operar a través de la frontera, deberá someterse a inspecciones cada 90 días durante cuatro años.
Medidas de colaboración de este tipo entre los Estados de América del Norte están dando lugar en los últimos meses a un aumento del transporte entre ellos.
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