La Autoridad Portuaria de Tarragona (España) extenderá la vía ferroviaria en el Muelle de Castilla, ya que las condiciones actuales de la vía directa del muelle no cumple con las necesidades operativas de los nuevos tráficos ferroviarios generados. En concreto, la longitud actual no permite la correcta circulación de las mercancías, por eso el enclave tarraconense ha decidido abrir una convocatoria para la ejecución de las obras de desdoblamiento.
En concreto, las condiciones de la infraestructura rompen las composiciones, haciendo que éstas circulen por una parte a la vía de Castilla Sur, en la zona del cantil, aspecto que puede ocasionar interferencias con las operativas de barcos.
Por consiguiente, las obras implicarán el desdoblamiento de la vía de Castilla Norte para colocar la totalidad de la composición en la misma zona, permitiendo así que el tráfico circule sin interferencias. En este sentido, se implantará una vía de hormigón armado y se adecuará el actual desvío situado en la intersección entre las calles Ávila y Salamanca.
Como resultado, la nueva vía aumentará el trazado en una longitud de 200 metros lineales sobre vía en placa, mientras que al final de las dos vías, desviada y directa, se instalarán toperas metálicas de segundo uso, de acuerdo con las dimensiones indicadas en planos. Aunque el enclave tarraconense ha tenido dificultades para manipular el tráfico ferroviario, las instalaciones portuarias han conseguido abrir nuevas puertas hacia más actividad.
De hecho, el Puerto de Tarragona se ha establecido como la entrada para el tráfico de fruta tropical en la península ibérica, ya que el enclave tarraconense ha movilizado un total de 195.858 toneladas de frutas y hortalizas en 2018, lo que supone un aumento del 42,19%, impulsado por la entrada de kiwis de Nueva Zelanda, así como las piñas y plátanos de Costa Rica y Colombia.