El puerto de Gijón (España) atenderá los desperfectos existentes en las instalaciones ferroviarias del Espigón II, para lo cual planea renovar la infraestructura y así mantener su funcionalidad. En concreto, la Autoridad Portuaria reemplazará la vía actual, compuesta por un carril con juntas sobre traviesas de madera y sujeciones rígidas con tirafondos, por una nueva solución de traviesas de hormigón. Además, el enclave proyectará el circuito de vía de dos desvíos.
Gracias a la instalación de un geotextil entre la plataforma actual y el nuevo sub balasto escoria de foso, el recinto portuario reducirá la contaminación del próximo balasto que se encontrará en la nueva vía. La Autoridad Portuaria ha estimado que esta solución es la más efectiva por ser la que se utiliza normalmente en las vías nuevas de ferrocarril convencional con ancho ibérico y porque disminuye el deterioro de la vía en el futuro, al quitar por completo las juntas de carril, uno de los elementos más afectados en la vía actual.
Por el momento, Tecsa, Ocycasa Canteras y Construcciones y Comsa han presentado ofertas por importes que suben a los 139.800, 144.536,87 y 130.081,45, respectivamente, aunque la Autoridad Portuaria ha pedido a la última empresa que justifique el precio de su oferta. Por su parte, los trabajos cuentan con un presupuesto base de licitación de 209.724,92 euros y un plazo de ejecución de 90 días.
A parte de tener las instalaciones en buenas condiciones, el sector portuario también se preocupa por estar a la altura en las exigencias medioambientales. En este sentido, la nueva terminal de pasajeros del puerto de Valencia (España) velará por la sostenibilidad y se convertirá en un “referente para la actividad crucerista”, según indica la directora Comercial y de Desarrollo de Negocio de la Autoridad Portuaria, Mar Chao.