Puerto Caldera, en Costa Rica, requiere una ampliación y modernización, y por cada año que se posterga, el país centroamericano está perdiendo cerca de 110 millones de dólares al año.
La cifra se desprende de un estudio elaborado por el Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop).
El informe asegura que la situación resta competitividad y oportunidades de negocios a la Nación.
Tomando en cuenta que las nuevas obras de ampliación deben iniciar a más tardar en 2021 y que a Sociedad Portuaria de Caldera le quedan seis años de contrato, el Incop aprobó en mayo aplicar el protocolo de negociación contractual con el actual operador, a fin de ampliar el puerto, apegándose al escenario más ágil que muestra el plan maestro.
“Está fuera de toda lógica postergar propuestas como la modernización de Puerto Caldera, que es una emergencia nacional para solventar la creciente demanda de servicios portuarios que, a su vez, permitirían dinamizar el desarrollo económico de nuestro país y contribuir a erradicar las crecientes tasas de desempleo que aquejan al Pacífico Central”, comentó el presidente ejecutivo del Incop, Juan Ramón Rivera.