Según las previsiones presentadas por la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), la industria aérea de América Latina obtendrá en 2018 un beneficio de 900 millones de dólares, lo que representa un aumento del 28,6% frente a los 700 millones previstas para este ejercicio.
Peter Cerdá, vicepresidente regional para las Américas de la IATA, aseguró que esto implica que las aerolíneas retendrán 3 dólares por pasajero transportado. Sin embargo, este monto es muy inferior al rendimiento de 16 dólares por pasajero que obtienen las aerolíneas estadounidenses.
Las estimaciones también indican que la demanda de pasajeros crecerá un 8% en 2018, superando el crecimiento del 7,5% de la capacidad previsto. Se explica que la región se acerca a 2018 con el impulso dado por una recuperación moderada en la economía brasileña, un crecimiento razonable en México y un dólar estadounidense más débil durante el año pasado
Para Cerdá, el transporte aéreo es vital para América Latina y el Caribe y facilita el crecimiento de la región, pues genera 167.000 millones de dólares en PIB y genera 5,2 millones de empleos. Sin embargo, añadió que la región “aún tiene que hacer mucho para que la aviación pueda crecer sin obstáculos”.
En este sentido, el representante de IATA se refirió a las regulaciones poco transparentes o “no ortodoxas”, como en Brasil, que aplica una política de combustible que aumenta los costes para las aerolíneas en unos 600 millones de dólares al año, y medidas que castigan a las líneas aéreas por retrasos o cancelaciones incluso cuando no es la culpa de la compañía.
El ejecutivo lamentó que algunos gobiernos en América Latina y el Caribe apliquen tasas y cargos demasiado elevados sobre la aviación que al final implica un aumento de los costes de los billetes de avión y frena el tráfico internacional.
