La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) ha informado que la inversión en Construcción cerrará el 2017 en Chile con una caída de 1,8%, pero repuntará un 2,4% el próximo año.
Javier Hurtado, gerente de Estudios de la organización empresarial, el 2017 supone “el tercer año consecutivo en que la inversión en Construcción cerrará con cifras negativas (-0,6 % en 2015 y -0,7 % en 2016), lo que, al igual que en años anteriores, se explica por la menor inversión en infraestructura productiva, especialmente en infraestructura productiva privada”.
El ejecutivo añadió que, en promedio, este año el desempleo sectorial fue del 9,8 % “debido a la escasa renovación de proyectos y la baja actividad inmobiliaria privada” y agregó que para el 2018 se proyecta un desempleo sectorial menor de un 9,3%.
Precisó que para el 2018 se proyecta un crecimiento de la inversión en infraestructura pública del 2,2 %, impulsado principalmente por inversiones en infraestructura sanitaria, que compensaría en gran medida la menor inversión real prevista en el presupuesto público del próximo año.
Respecto de las concesiones, la inversión llegaría en 2018 a unos 613 millones de dólares, entre un 4,0 y un 6,0 % menos que este año, debido a la finalización de obras relevantes y una lenta incorporación de nuevos proyectos.
En cuanto a la inversión en infraestructura productiva privada, se estima que en 2018 crecerá un 2,8 %, hasta 9.133 millones de dólares en proyectos de mayor tamaño, de los cuales 4.938 millones serían gasto en construcción, diferencia que se compensaría con proyectos medianos y pequeños.
Por su parte, para el presidente de la Cámara de la Construcción, Sergio Torretti, “más allá de datos específicos, el factor más relevante que explica la menor inversión global de la economía, y por ende en Construcción, es la pérdida de consensos básicos respecto de la estrategia de desarrollo que ha seguido nuestro país en las últimas décadas”.
Torretti hizo un llamamiento a volver a poner en el centro de la gestión política “el crecimiento económico, no solo en beneficio de los sectores productivos, sino como condición necesaria para el cumplimiento de las demandas y las expectativas de las personas”.
