El Gobierno de Uruguay ha anunciado que a partir del próximo 1 de enero de 2018 incrementará en un 6,5% las tarifas de la telefonía y los servicios de agua potable y saneamiento, y en un 3,2% la energía eléctrica. A su vez, los combustibles subirán 9,8% en el caso de la gasolina y 4,8% el gasoil.
Al respecto, el viceministro de Economía y Finanzas de Uruguay, Pablo Ferreri, explicó que estas tarifas se basan en términos reales con un registro de inflación de 6,5%.
En ese sentido, el funcionario reiteró que la energía eléctrica tendrá un incremento en precios corrientes de 3,2%, la mitad del valor de la inflación de 2017, mientras que la telefonía y agua potable se ajustarán por el valor total del IPC (6,5%).
El representante del gobierno uruguayo agregó que “más allá de estos aumentos o ajustes puntuales se trabajará para mejorar los procedimientos de las empresas para que los beneficios puedan trasladarse hacia la población”.
Finalmente, Ferreri aseguró que esta decisión fue tomada con base en la estructura de costos, expectativas de inflación, salarios, tipo de cambio y precio del barril del petróleo.