CMA-CGM ha recibido el primer portacontenedor de una serie de diez, llamado ‘Mermaid’, propulsados por Gas Natural Licuado (GNL). A través de este proyecto, el operador marca un hito en su flota y en la industria marítima.
Concretamente los buques cuentan con una capacidad de 2.000 TEUs y se incorporarán progresivamente en el Mediterráneo y el norte de Europa donde realizarán trayectos cortos, ayudando así a reducir las emisiones contaminantes y mejorando la eficiencia energética en el transporte marítimo.
Ahora bien, se espera que la serie completa esté lista entre febrero de 2024 y enero de 2025. En principio, seis de estos portacontenedores se implementarán en las conexiones internas del norte de Europa entre abril y julio, mientras que los restantes cuatro se unirán a las líneas del Mediterráneo entre finales de septiembre y finales de noviembre.
De modo que, las nuevas embarcaciones, diseñadas con enfoque en la eficiencia energética y el respeto al medio ambiente, se suman a una flota de más de 620 embarcaciones, incluyendo más de 30 propulsadas por energías alternativas.
Innovación medioambiental en el transporte marítimo
La entrega del ‘Mermaid’ forma parte del plan de renovación de flota de CMA-CGM, que ha invertido más de 15.000 millones de dólares en este proyecto, acercándose así a su objetivo de carbono neto cero para 2050. Entre los beneficios que aportarán los nuevos buques, destaca la baja de un 20% en la emisión de CO2 respecto a los buques similares. Esto será posible gracias al uso de un gasóleo con muy bajo contenido en azufre, con el que reducirá la huella ambiental en el transporte marítimo.
El diseño innovador de estos portacontenedores, desarrollado en colaboración con Chantiers de l’Atlantique y Odense Marine Technique, se caracteriza por una mayor eficiencia hidrodinámica y aerodinámica, así como una reducción significativa en las emisiones de gases contaminantes.
Con una longitud de 204,29 metros y una manga de 29,6 metros, estos buques están equipados con superestructuras en la parte delantera, mejorando su rendimiento aerodinámico y su capacidad de carga. La propulsión con GNL permite reducir drásticamente las emisiones de óxido de azufre, óxido de nitrógeno y partículas finas, contribuyendo así a la mejora de la calidad del aire y la protección del medio ambiente marino.
Además, estos buques son flexibles en cuanto al combustible, pudiendo utilizar biogás y siendo convertibles a e-metano, lo que refuerza su sostenibilidad a largo plazo. Destacando otra innovación, los nuevos portacontenedores contarán con una de las pilas de combustible más potentes a bordo de un buque, prevista para ser montada en el último de la serie, con entrega programada para enero de 2025, permitiendo cero emisiones durante el atraque al utilizar hidrógeno como combustible.