El objetivo de la Unión Europea, de que en 2030 todos los países transporten el 30% de mercancías, al menos, por ferrocarril, no haya aún cimiento en España, donde, según los datos de Eurostat, solo ha conseguido 4,6% frente a la media comunitaria que es de 17,8%. Destacan Alemania con 23,5%, y Letonia líder con 60,4%.
En ese panorama general, aparece Galicia que reivindica su conexión al corredor ferroviario Transeuropeo Atlántico de mercancías, que va de Burdeos (Francia) a Aveiro (Portugal), por un ramal desde Palencia.
Galicia tiene a su favor su posición geoestratégica, sus puertos son los más cercanos al tráfico del canal de Panamá hacia Europa. Pero en contra tiene la falta de planificación de las dársenas exteriores de Caneliñas (Ferrol) y Langosteira (A Coruña).
De acuerdo con los datos no hay suficiente cuota en Galicia de trasvase de mercancías del barco al ferrocarril. Tres autoridades portuarias (Ferrol-San Cibrao, Vigo y Vilagarcía de Arousa) no lo utilizan. Marín-Ría de Pontevedra capta el 2,36% del tráfico nacional y A Coruña el 7,23%.
La Unión Europea insiste en su objetivo pues un tren emite un tercio de óxido de nitrógeno y de monóxido de carbono y la décima parte de partículas contaminantes que un camión.