Francisco José Ríos Carnicero, administrador de Incora, considera que los restos logísticos del sector industrial en los próximos años son “la rapidez, la fiabilidad y la exactitud en las entregas de pedidos personalizados en cantidades más pequeñas, sin incremento de los costes”.
De hecho, el control de los costes es uno de los objetivos en los que más están trabajando las empresas a raíz de la crisis económica, situación que para Incora ha supuesto una pérdida importante de facturación y de clientes. “En épocas de crisis las empresas ajustan sus gastos a un mínimo. La consultoría parece que es más algo en lo que se invierte cuando sobra el dinero”, lamenta Ríos Carnicero.
En este contexto, el administrador considera que el objetivo de Incora, consultoría de organización industrial, “es la mera supervivencia” en un periodo en el que la formación de la consultora está bajo mínimos.
De hecho, Francisco José Ríos comenta que la formación “es un mercado que, a pesar de las ayudas a la formación existentes, se ha hundido con la crisis. No hay demanda en la actualidad de cursos de formación (o la demanda es mínima)”. De todos modos, la facturación prevista en Incora para 2014 es de unos 100.000 euros.
A pesar de la situación actual, Incora no frena su actividad y sigue contando con colaboradores externos, a quienes exige profesionalidad y experiencia, además de empatía personal. “Se prefiere trabajar siempre con personas conocidas, con las que ya existen relaciones de amistad y personales”, señala el administrador, quien recuerda que las experiencias de contratar colaboradores desconocidos a través de búsquedas en el mercado de trabajo no han sido buenas.
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