El operador marítimo Maersk comenzará a controlar la declaración de las cargas para evitar posibles errores en su flota de Estados Unidos. La iniciativa pretende eliminar a toda costa los incendios que han destrozado algunos portacontenedores de la compañía en los últimos años.
Para comenzar, las pruebas se llevarán a cabo en los contenedores de importación y exportación que atracan en las terminales de los puertos de Newark, Houston, Miami y Nueva Orleans. De forma que, las unidades seleccionadas se inspeccionarán por la Agencia Nacional de Carga, mientras que la propia naviera será la que abone los costes de las operaciones.
En caso de que los contenedores hayan sido cargados, amarrados o asegurados de forma incorrecta o que contengan algo diferente a lo que se ha declarado, los cargadores tendrán que pagar una multa.
En realidad, la información obtenida podría utilizarse para desarrollar procedimientos que aseguren una descripción más precisa de las cargas, así como para progresar en la aplicación del uso del Código de Prácticas para el Envío de Unidades de Transporte de Carga.
Sin lugar a dudas, las operaciones de manipulación de la carga son muy importantes en los procesos logísticos, ya que dos tercios de los incidentes relacionados con la carga en la cadena de suministro intermodal se deben a las malas prácticas en el proceso de envío. Entre ellas se destaca, la distribución de la carga, las medidas de seguridad utilizadas, la clasificación y documentación, la declaración de las cargas y el propio traslado.
Por otro lado, Maersk ha afianzado su servicio Rail Combined, el cual compagina el uso del camión con el ferrocarril, durante el ejercicio de 2018. La iniciativa forma parte del proyecto desarrollado entre el operador y la compañía Intermodal Spain Westmed Cluster, cuyo objetivo es crear sinergias con otros actores de la industria e impulsar un modelo de transporte sostenible.
