En lugar de utilizar el canal, Maersk ha optado por utilizar un “puente terrestre”, es decir, un ferrocarril, para transportar la carga a través de los 80 kilómetros de Panamá hasta el otro lado. Esto ha resultado en la creación de dos itinerarios separados, uno en el Atlántico y otro en el Pacífico.
Los buques del Pacífico recalarán en Balboa, Panamá, dejando la carga con destino a Latinoamérica y Norteamérica y embarcarán la carga con destino a Australia y Nueva Zelanda. Por otro lado, las naves del Atlántico atracarán en Manzanillo, Panamá, dejando la carga con destino a Australia y Nueva Zelanda y embarcarán carga con destino a América Latina y América del Norte.
Aunque la empresa ha informado que los clientes pueden experimentar algunos retrasos en los buques con destino sur, está trabajando para minimizar cualquier impacto en la cadena de suministro.