La Universidad de Barcelona ha realizado un estudio encargado por la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros y recogido por EFE en el que ha destacado que el 4,1% de los turistas que visitarán Barcelona este año serán cruceristas y cubrirán el 13% de la recaudación de la tasa turística.
De forma que, el Ayuntamiento de Barcelona, el cual percibe la tasa mencionada anteriormente, contará con un total de 17 millones de euros entre 2023 y 2024 por esta partida procedentes de los cruceristas.
Actualmente, la actividad de cruceros se ha convertido en la única que paga el impuesto turístico en Barcelona. En cuanto a la actividad registrada en 2019, cabe mencionar que la recaudación de esta tasa relacionada con el turismo de cruceros formó un 8,4% del total.
Por su parte, el estudio revela que la industria de cruceros ha tenido un escaso crecimiento en Barcelona en comparación con el resto del turismo, registrando un aumento anual del 3,1% entre 2010 y 2019, respecto al 4,5% de las pernoctaciones turísticas en la ciudad y al aumento del 8% en los pasajeros llegados en avión durante la misma etapa.
Todo ello a pesar del importante impacto económico que tienen los cruceros en la ciudad, recordando que en 2016 alcanzó los mil millones de euros con 9.000 puestos de trabajo generados con esta actividad.
Por otro lado, la Autoridad Portuaria de Barcelona ha recibido el certificado ISO 45001, el cual garantiza su sistema de gestión de la seguridad y salud en el trabajo. A través de este reconocimiento, el recinto catalán reafirma su compromiso por mejorar la calidad de sus servicios.
