La multinacional Cargill y la naviera Maersk Tankers se han unido para optimizar el transporte de graneles, a través de un acuerdo estratégico. Se trata de una iniciativa con la que se pretende disminuir el consumo de combustible de sus flotas y mejorar el impacto medioambiental de sus actividades en este ámbito.
De modo que, Cargill incorporará su flota de graneleros de media distancia en el seno de Maersk Tankers para formar un pool de flota conjunto, con el que puedan ahorrar tiempo en sus servicios, así como aumentar su actividad dentro del mercado spot de graneles.
Por el momento, Maersk cuenta con un total de 44 graneleros para un decena de clientes en los trayectos de media distancia, a los cuales Cargill agregará un total de veinte nuevos buques a partir del próximo 1 de octubre. En total, la flota conjunta de ambas compañías logrará las 60 unidades en dicho segmento.
Para llevar a acabo la iniciativa, Maersk aportará su tecnología, mejorando los servicios y cumpliendo con el compromiso que ambas empresas tienen en la reducción de emisiones contaminantes y de ahorro energético en el ámbito del transporte marítimo.
Aunque la compañía ha unido fuerzas para mejorar sus servicios en el spot de graneles, Maersk también ha presentado un nuevo servicio de gestión logística neutra en emisiones, a partir de la cual comenzará a utilizar biocombustible en el transporte marítimo. Se trata de un proyecto piloto, por lo que la compañía danesa, en colaboración con la multinacional H&M, utilizará biocombustible para alimentar su barco Mette Maersk.
