IDC ha presentado un estudio que destaca que las principales preocupaciones de los empresarios se centran en agilizar y optimizar sus operaciones sin un impacto directo en sus costes. El desarrollo de software es uno de los ámbitos que menos inversión recibe de la partida designada a TI.
Según este estudio de IDC, la inversión en sistemas más inteligentes y automatizados no debe ser considerada como un gasto, sino como una inversión que a largo plazo permita evolucionar con las necesidades cambiantes que requiere un negocio, como los desarrollos tecnológicos. La analista destaca la necesidad de alinear la estrategia tecnológica a las iniciativas de negocio de la manera más sencilla y con el menor coste posible. En este sentido destaca Genexus, la herramienta de desarrollo de aplicativos software, por su capacidad de evolucionar de acuerdo con los cambios y demandas que ofrecen las empresas gracias a su flexibilidad y automatización, y su asimilación al 100% del modelo de operación de un negocio.
El informe recalca que contar con este tipo de herramientas resulta bastante útil para la gestión integral del negocio y destaca algunos de los principales beneficios tangibles como el nuevo enfoque basado en el negocio que pueden adoptar los equipos de TI, la reducción en los costes de actualización y migración de sistemas o la alineación de la tecnologia a la estrategia de negocio.
Una organización que opta por el desarrollo interno de software con soluciones como GeneXus, obtiene los siguientes beneficios:
• Incremento de la productividad. La automatización permite concentrar los recursos de TI en actividades de negocio que aporten mayor valor a la compañía.
• Reducción de costes. Ahorros en capacitación y desarrollo; y a largo plazo, ahorro en actualización o migración de sistemas.
• Reducción del “time to market”. Ahorro de tiempo ya que es posible validar la solución desde la etapa de diseño a través de prototipos 100% funcionales.
• Aprovechamiento de la infraestructura actual. Basada en la gestión del conocimiento permite una integración sencilla y funcional.
El estudio concluye que hoy en día ha quedado completamente rezagada la idea que el departamento de TI constituye únicamente una área de soporte de las empresas, sino que los sistemas sobre los que se soporta la operación de una compañía cobran un papel trascendental en la toma de decisiones. Con atención a su arquitectura, diseño y funcionalidad, los sistemas deben ser capaces de satisfacer la demanda de información de los diversos usuarios y ser lo suficientemente flexibles para incorporar los cambios generados por la actualización de la tecnología y la evolución del negocio.
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