La Autoridad Portuaria de Valencia (España) ha acogido el ejercicio de descontaminación química de la Armada Española y Capitanía Marítima. Se trata de una simulación en la que se refleja la fuga de un material químico a bordo de una embarcación que navega en aguas españolas.
El principal objetivo de este ejercicio era optimizar la capacidad de reacción y coordinación entre los organismos e instituciones, asegurando así una respuesta efectiva en el caso de que surja un peligro de esta clase.
Concretamente, la prueba representaba que un agente se había derramado a bordo, sin verterse en el mar. El plan de actuación indica que el buque debe anunciar al centro de control de salvamento marítimo la emergencia. Una vez que avisa a la capitanía marítima y demás actores, el navío pondrá en prealerta al regimiento Nuclear, Biológico y Químico, NBQ Valencia 1.
A su vez, el Centro de Operaciones y Vigilancia de Acción Marítima de la Armada pre-alerta a la sección NBQ del Tear, y se activa el plan marítimo nacional, teniendo presente la opción de trasladar el buque a una zona de fondeo clara y convocar el órgano de crisis.
Tras tomar los datos del equipo de evaluación y el posterior análisis se determinaría si es necesaria la evacuación del buque, excepto la imprescindible para maniobrar, y la entrada a una zona delimitada y restringida para su descontaminación.
A parte de reforzar las relaciones de coordinación, colaboración y cooperación entre las administraciones para garantizar la seguridad marítima, el Puerto de Valencia a presentado recientemente su modelo de sostenibilidad ante la Conferencia de Alto Nivel sobre Contratación Pública, organizada con la Comisión Europea. El enclave valenciano ha aprovechado la oportunidad para explicar que las infraestructuras portuarias que está diseñando aportan sostenibilidad y crecimiento.