Ante los atascos sufridos en las últimas semanas, con una media de buques a la gira más alta de lo habitual (llegó a estar en 50 naves), los puertos asentados sobre la bahía de San Pedro alistaron planes de contingencia.
Desde los puertos de Long Beach y de Los Ángeles, las autoridades consultaron a múltiples partes interesadas de la cadena de suministro y al Departamento de Transporte (DOT) de Estados Unidos antes de la aplicación de nuevas medidas.
El objetivo es mejorar el movimiento de carga y reducir las demoras a medida que continúan experimentando volúmenes récord, explicaron en un comunicado conjunto.
Mario Cordero, director ejecutivo del puerto de Long Beach, anunció que este puerto dará el primer paso hacia una cadena de suministro 24 horas al día, 7 días a la semana, maximizando las operaciones nocturnas.
Y desde el puerto de Los Ángeles, el gerente Gene Seroka anunció que el recinto ampliará las horas de funcionamiento de las puertas de entrada los fines de semana.