El Puerto de Cartagena (España) se está especializando en las operaciones de ‘project cargo’, ya que ha canalizado la exportación de un total de 700 palas eólicas hasta octubre, además de palas y fustes para aerogeneradores. En realidad, el primer crecimiento de este tráfico tiene su origen en los meses de 2018 cuando se manipularon un total de 27.000 toneladas, aún así la demanda creció un 45% en 2019, pasando a unas 60.000 toneladas. Por ello, el enclave cartaginés estima que igualará esta última cifra durante 2020.
El principal objetivo de la Autoridad Portuaria es implantar por completo el tráfico de graneles, pero no se cierra a otras operaciones, como el movimiento de piezas eólicas o plataformas off-shore. Esta clase de mercancías han seguido ganando relevancia en los últimos años, ya que las instalaciones disponen de suficiente espacio para moverlas y manipularlas.
Cabe destacar que, las piezas provienen de la planta de Vestas en Daimiel (Ciudad Real), así como la que Eiffage gestiona en Madrigueras (Albacete). Este tráfico suele ser consignado por Ership y Agencia Marítima Blázquez, quienes se dedican a organizar y coordinar todos los transportes. Respecto a los principales países receptores de este tráfico, se encuentran Uruguay, Georgia, Finlandia, Senegal, Argentina y Estados Unidos, entre otros.
Como muestra de su versatilidad a la hora de atender nuevos tráficos, el Puerto de Cartagena ha recibido una plataforma petrolífera y la ha desplazado a un muelle de larga estancia en la dársena de Escombreras, donde se procederá a su reparación en un período de seis meses. La operación de traslado ha implicado el uso de un helicóptero para mover un práctico desde la Terminal de Cruceros hasta la plataforma.