Los atascos en los puertos de Long Beach y Los Ángeles, en la costa oeste de Estados Unidos han provocado que 71 portacontenedores se mantengan a la gira, en espera de sitio de atraque.
De acuerdo con analistas, en la bahía de San Pedro, que comparten ambos puertos, un buque puede llegar a tardar hasta dos semanas en conseguir un amarre.
Además, aproximadamente 40 buques están en el fondeadero y otros 20 o 30 permanecen a la deriva y una vez que se han alejado, por ejemplo, 2 millas, vuelven a su posición original.
Según los expertos, la espera no termina con un amarre en el muelle. Un buque ya atracado puede perder aún otro tiempo más en ser descargado. Si en tiempos normales un barco de 2.000 TEUs tardaba 2 días y medio en descargar y salir de un terminal, ahora puede tardar entre 4 y 6 días, ante la falta de mano de obra.
Los tres problemas que provocan el congestionamiento son: los sitios de atraque, la mano de obra (el número adecuado de cuadrillas para que el buque trabaje eficazmente) y la capacidad de los puertos.
Los especialistas opinan que el plan de los puertos de Los Ángeles y Long Beach de funcionar 24/7 es a primera vista una buena idea, siempre que los importadores se adapten a ese ritmo.
