La bajante de la hidrovía Paraná-Paraguay ha provocado grandes problemas al transporte de carga en el cono sur americano, pero los involucrados buscan una solución.
El presidente de Bionave Navegação y socio controlador de Puerto Cáceres (Brasil), Michel Chaim, planteó el uso de nuevas tecnologías: convoyes de barcazas inflables semiautomáticas, impulsadas con energía solar, para garantizar una logística fluvial eficiente pese al bajo calado de las vías fluviales.
Estos convoyes tienen una carta de navegación predeterminada, haciendo un análisis del curso del río, de las márgenes y de sus características subacuáticas, usando un software especializado, propulsadas con energía eléctrica solar.
Podrán llevar una carga de tres o cuatro millones de toneladas, y realizar el recorrido desde Puerto Gravetal o Puerto Nutrioil en cinco hasta Corumbá, navegando 24 horas por día.
Carlos Gill, presidente del directorio de Ferroviaria Oriental y del Puerto Continental (Quijarro), dijo que “urge hacer un diagnóstico que promueva políticas tecnológicas de desarrollo portuario, medidas y acciones factibles en el aprovechamiento operativo del transporte acuático de las zonas francas y del puerto para facilitar el desarrollo del comercio exterior”.