El Ministerio de Trabajo de Brasil ha confirmado que en el país se destruyeron 111.119 empleos netos durante el pasado mes de junio. La mala situación económica de Brasil ha puesto a Dilma Rousseff, presidenta del país, al borde de la destitución.
Brasil atraviesa una fuerte recesión que está afectando a algunos de sus sectores más fuertes. La producción de acero se está ralentizando en el país por el descenso de actividad en los sectores de la construcción y el sector automotriz, lo que podría dar lugar a la pérdida de hasta 122.000 empleos en el sector.
Los datos anunciados por el Ministerio de Trabajo son los peores datos anunciados para un mes de junio en los últimos 24 años. En los primeros seis meses del año se han suprimido hasta 345.417 puestos de trabajo en Brasil, habiéndose generado en ese mismo período 588.671 empleos.
Un reciente informe de la Confederación Nacional de la Industria ha puesto de relieve que las empresas brasileñas están reduciendo sus plantilla de una forma drástica debido a la mala situación económica que atraviesa Brasil. La destrucción de empleo en el sector de la industria ha sido del 60% en los seis primeros meses del año.
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