El operador marítimo MSC espera finalizar la polémica concesión de su nueva terminal de contenedores del Puerto de Valencia (España) el próximo mes de octubre. No obstante, la firma todavía no tiene todas las de ganar, ya que como ha destacado el director general de su filial española esta misma semana, Francisco Lorente, la adjudicación se producirá “si no hay circunstancias que lo impidan”.
El grupo naviero espera haber superado las discrepancias políticas existentes entre la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento de Valencia después del verano. Y es que, la mayor preocupación de este proyecto es el impacto medioambiental sobre la zona. La iniciativa implicará una inversión de más de mil millones de euros en el recinto portuario valenciano.
A través de esta adjudicación, el grupo naviero administrará dos de las cuatro terminales de contenedores que tiene la rada levantina. El proyecto inicial contemplaba un muelle de atraque de más de dos kilómetros de longitud con calado de 20 metros al costado del buque y en toda la dársena, una superficie de explanada de unas 137 hectáreas.
Por otro lado, la dirección de Cosco Shipping Lines Spain fortalecerá su apuesta por el Puerto de Valencia como punto estratégico para el comercio internacional, debido a su posición como hub portuario en el Mediterráneo.
La filial española de la naviera china quiere reforzar su presencia en las instalaciones valencianas, optimizando la línea Valencia-Teruel-Zaragoza, una infraestructura imprescindible en España que asegura la conexión de la terminal ferroviaria Zaragoza Plaza con las dos dársenas marítimas, ubicadas en los puertos de Valencia y Bilbao.
